Haciendo acopio del oído musical que el pueblo cubano cultiva desde siempre para el ritmo y las canciones, Juan Evelio Romero desgrana en estos versos la experiencia conmovedora y cruel que debe afrontar un balsero. No conforme con ello, su poesía traza un recorrido por la cruda realidad del exiliado en relación a su familia y sus amigos, y despliega un abanico completo de sentimientos que se expone con pasión y sin falsos pudores a la vista del lector.