En México, las personas que desempeńan posiciones de dirección y supervisión de los planteles de educación básica, son profesores que por distintas vías asumen estos cargos. Generalmente se trata de egresados de una escuela normal que los formó para el ejercicio de la docencia y que, eventualmente, por su experiencia u otros factores extrínsecos, arriban a dicha posición sin un entrenamiento previo para el desempeńo de sus funciones.
Si bien es cierto que para ser un buen administrador (o director, o supervisor) escolar no hay como ser un educador primero, también es cierto que, aunque complementarias, las funciones del maestro y del director son diferentes. Mientras que aquél emplea métodos y técnicas para enseńar, para conducir el aprendizaje y para evaluarlo, el segundo emplea métodos y técnicas para dirigir, organizar, coordinar, promover una organización educativa para que cumpla eficazmente su misión educadora.
Dado que la gestión escolar guarda una estrecha relación con el rendimiento académico, la investigación (cuantitativa y cualitativa) que aquí se reporta, tuvo por objetivo identificar los rasgos de aquella gestión que ayuda a obtener mejores niveles de logro escolar, para derivar recomendaciones que permitan establecer lineamientos y contenidos de capacitación y desarrollo para los directivos escolares en servicio activo.