Más allá de su valor simbólico, la acreditación, por ser una evaluación, es una oportunidad para aprender, para derivar lecciones de la experiencia, para detonar procesos de práctica reflexiva. Esto es válido, tanto para el aprendizaje de los individuos, como para el aprendizaje de los programas y de las instituciones; sea una acreditación nacional, como internacional.
El presente libro persigue ese objetivo. Retomar la experiencia de la acreditación internacional de programas, tanto como de la gestión y la administración, para detonar procesos de formación reflexiva, ya sea por parte de los autores, quienes fueron los operadores locales en la acreditación de cada uno de los programas; como por parte del personal que participó en la acreditación central. Se espera que entre los universitarios, el libro también despierte un proceso de reflexión sobre el desempeño de la casa de estudios; será también motivo de aprendizaje institucional.
La acreditación internacional no es un evento aislado en la universidad. Es parte integral de un conjunto de esfuerzos institucionales que convergen en el aseguramiento de la calidad, en los que la internacionalización juega un papel estratégico.