Prisciliano de Ávila vivió en la segunda mitad del siglo IV. De familia noble hispanorromana, erudito notable, convertido al cristianismo y ordenado obispo, fue considerado disidente y hereje y ajusticiado por el poder secular. Esta es la primera traducción íntegra y comentada de los once Tratados a él atribuidos, fuente primaria para acceder a este controvertido personaje, autor de un pensamiento de extraordinaria riqueza teológica y jurídica e inspirador del movimiento que con su nombre se extendiera hasta el siglo VI.
La vida de este controvertido personaje, rico terrateniente tardorromano, dotado de notables cualidades intelectuales, convertido al cristianismo y ordenado obispo, transcurre en el último tercio del siglo IV, una época de florecimiento espectacular de las letras latinas. Prisciliano es el primer eclesiástico, tras la paz de Constantino, ajusticiado por el poder secular.
Tras su ejecución, se proyectan sobre Prisciliano dos clichés antagónicos: el de mártir y el de hereje. Sus seguidores hicieron de él un mártir venerable, mientras que, al mismo tiempo, el nombre de Prisciliano acabó designando el prototipo de hereje descrito por la literatura antiherética.