Este es el libro más célebre de Alonso de Palencia, una crónica de la conquista de Granada, último enclave del mundo islámico en Espańa. Merece atención la perversa astucia psicológica de Fernando de Castilla, quien estrecha lentamente el cerco en torno a Granada y no duda, en unas ocasiones, en decapitar a los moriscos defensores de las poblaciones cercanas a la ciudad mientras que, en otras oportunidades, se muestra magnánimo, perdona vidas y respeta las propiedades de éstos.
Alonso Fernández de Palencia (Osma, 1423-1492). Espańa.
Alonso de Palencia trabajó para el cardenal Bessarion, fue cronista y secretario de Enrique IV y junto a Gonzalo Fernández de Córdoba encabezó una misión diplomática buscando aliados para el monarca.
Era un profundo conocedor de la política y los delirios de su época. Sus libros describen numerosos acontecimientos bélicos, diplomáticos y metafísicos: los hechos de armas en África, la resistencia islámica en Espańa, los juegos y pactos de las distintas fuerzas imperantes y la búsqueda de la "piedra filosofal", que por entonces obsesionaba a ciertos nobles.